Dubrovnik

Uno de los viajes de los que mejores recuerdos guardo fue el que realicé a Dubrovnik, Croacia. Fui a la agencia de viajes sin tener claro donde podía ir y Susana, la dueña de la agencia, me recomendó este destino sabiendo que yo era fotógrafo.

Recuerdo que pasaba por un momento en el que simplemente tenía que desconectar porque la carga de trabajo en aquella época era muy grande. Y este destino fue la mejor cura, no por el destino en sí, si no por la gente con la que me topé en ese viaje.

Dubrovnik

Dubrovnik es conocida, entre otras cosas, porque allí se rodaron muchas escenas de “Juego de Tronos”. No es lo único que se ha rodado allí pero sí lo más conocido, de hecho cuando estuve allí en 2016 todo en la ciudad hacía alusión a la serie.

Dubrovnik
samuelfoto.es©2016

Pero Dubrovnik es una ciudad suficientemente bella como para depender de esta publicidad. Una vez hecho el recorrido predeterminado de rigor, perderse por las calles de su parte antigua (la parte turística) es una auténtica maravilla.

Fotos llenas de encanto, cantidad de bares y muchos para nada turísticos, sólo tienes que salirte de las vías principales de la ciudad. Eso sí, lo que no vas a encontrar es tranquilidad, ya que durante una mañana de verano cualquiera pueden coincidir hasta siete u ocho cruceros que descargan su orda de turistas por todo el casco antiguo.

Yo tuve la suerte de ir en plena Semana Santa y aunque había mucha gente por todos lados, se podía comer sin tener que hacer cola e incluso podías tomarte una cerveza tranquilo.

Yo no me defino como turista, yo prefiero describirme como un viajero. Por eso las ciudades que ofrecen buenas alternativas como un paseo por lugares “distintos” o buenas terrazas donde disfrutar de una cerveza del lugar, me parecen fantásticas. Dependiendo de la fecha en que vayas, Dubrovnik puede ofrecerte esto incluso en su parte “moderna” o menos conocida donde se encuentran la mayoría de hoteles de la ciudad, o por lo menos los mas asequibles. Disfruté mucho recorriendo un camino que descubrí por dejarme llevar por la curiosidad y que recorría prácticamente toda la ciudad pegado a su costa.

Un lugar y momento especiales
Dubrovnik
samuelfoto.es©2016

Antes del viaje me documenté como hago siempre, en busca de lo típico que hacer y sobre todo, de lo menos conocido que ofrece la ciudad. Esos lugares que no son turísticos y que sólo encontrarás en las páginas de viajeros.

En este caso leí de un bar que se encontraba en un acantilado, lo describían como un sitio original y tranquilo, alejado del bullicio de los turistas.

Se encuentra en una de las zonas mas apartadas del centro antiguo. Una parte que rodea la muralla de la ciudad se encuentra “derruida” y a través de un agujero en la pared sales al acantilado. Allí un tío con visión puso unas pasarelas, aprovechó algunas zonas del acantilado en que podía poner unas mesas, y a través de escaleras puedes ir por los distintos niveles del bar, buscar una mesa libre y pedirte algo de beber. Más en rollo chiringuito que de bar.

Como os contaba, el viaje a Dubrovnik fue en un momento en que necesitaba desconectar. Allí lo logré. Solo, con el mediterráneo frente a mí, la isla Lokrum presidiendo la entrada del puerto, mi cerveza local, mi Canon EOS M3 que tantos recuerdos me ha regalado. Me embargó tal tranquilidad que fue el momento especial del viaje.

Los compañeros de viaje
Dubrovnik
samuelfoto.es©2016

Después de ese momento todo fueron risas y buenos ratos con el pequeño grupo que se formó durante el primer día. Y risas… y más risas. Como que ha sido el viaje que más tiempo he pasado riendo.

Un grupo de gente estupenda, divertida y abierta. Con sentido del humor y ganas de pasar unas gratas minivacaciones (el viaje fue de tan sólo cuatro días). Ellos no saben el bien que me hicieron, necesitaba desconectar y me ayudaron a base continuas anécdotas en que no podíamos parar de reír. Incluso los viajes de varias horas en autobús para visitar otras ciudades no se hicieron nada pesados.

¿Qué recomendaría de Dubrovnik?

Sobre todo que busquéis el bar/chiringuito que os mencioné, es algo totalmente distinto. Luego, si vais en una época más o menos tranquila, pasead por la parte antigua fuera de las vías principales. Encontraréis calles preciosas y pequeños bares fantásticos.

Además es muy recomendable el paseo por la muralla de la ciudad, nosotros (el grupo que formamos durante el viaje) lo hicimos un día a primera hora. Fuimos en cuanto las murallas abrían para su visita y así coincidir con poca gente por su recorrido. Allí conseguí unas fotos fantásticas.

Ya por último mencionar que ese viaje coincidió con el estreno de mi Canon EOS M3 y quedé fascinado con la comodidad de viajar con una Mirrorless. Desde entonces no quiero otra cosa para ir de viaje. Te invito a que visites la galería de fotos del viaje y juzga por ti mismo.

El mundo es un libro y si no viajas te quedas en la primera página.

Víctor Salas
“El fotógrafo que está detrás de samuelfoto.es”


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